La indiferencia no está en el universo, sino en la falta de un diseño claro por parte del arquitecto. Esta perspectiva cambia tu rol de suplicante a colaborador, de espectador a co-creador de tu realidad. El universo provee los materiales y las leyes físicas; tu provees la intención y el diseño.

La vela es un instrumento de focalización.

Al observar su llama estable y dedicada, no estás mirando 'magia'; estás contemplando un recordatorio físico de la ¨consistencia, el enfoque y la energía interna¨ que tu propio deseo requiere.

La cultura moderna nos entrena para huir de la oscuridad: la incertidumbre, el fracaso, los momentos de quietud y duda. Schwarz, en cambio, propone una alquimia perceptual radical. La oscuridad no es la ausencia de luz, sino el espacio potencial necesario para que la luz se destaque y tenga significado